lunes, 18 de agosto de 2014

He ahí él

He ahí él, con el estómago ardiendo, cierta resequedad en los ojos además de un extraño dolor en el lado derecho del torso, paciente, esperando a que termine un proceso en el computador. El frío particular de las tres de la mañana empieza a atravesar sus pantalones, mientras observa la pared y los planes que reflejan su ambición. Se acomoda las gafas, se distrae y deja de escribir.