domingo, 3 de agosto de 2014

Schz #4 - Salado

Su oscura consciencia escuchaba pasos en ascendiente volumen, hasta que un rápido golpe en la puerta de su habitación obligó a despejar sus tinieblas.

- ¡San, despierte chico, me parece que se hace tarde! —  exclamaba una vieja voz a lo lejos — ¿es qué acaso no tenía un examen hoy día?.

El joven empezaba a saborear un fluido salado mientras que desde su posición podía ver debajo de la puerta las chancletas de la señora que le rentaba la habitación desde hace unos meses, mujer con quien la confianza entre los dos llegaba a ser mutua.

- ¡Gracias señora, estoy despierto, ya casi salgo! — respondía Santiago mientras se levantaba de la caída, cuando la admiración se reflejó en sus ojos.

Había un pequeño charco rojo en el piso, aquel sabor era su sangre que sin control alguno había brotado desde su nariz, "debío haber sido ese raro sonido y el fuerte dolor de cabeza" pensaba mirando, todavía casi sentado, el espejo.

"Examen, examen" pensaba. ¡Examen de Cálculo! — exclamó Santiago.