Algo común entre los hijos de Eoclen - en la depresión de Fatme cerca a los montes grises del reino del Mathme- es la capacidad de controlar el descanso físico y cada una de las fases del sueño, generación tras generación las enseñanzas sobre las artes del reposo se transmitieron entre los miembros de Eoclen, consolidándose ahora como una de las artes y ciencias autóctonas de esta pequeña ciudad.
La historia y voces indican que la amenaza nocturna de diferentes especies salvajes provocó la adaptación de los eoclen a situaciones de insomnio, los más avezados concuerdan en maldiciones, otros se limitan a desmentir las artes despreciando a los estudiosos del reposo y tachándolos de aspiradores de hierba. Lo cierto es que no se tenían conocimiento en los libros de historia sobre el poblado de Eoclen hasta su aparición en el primer gobierno de Agner, es evidente que el deshielo parcial del Fatme liberase de alguna manera a esta -en este entonces- tribu. Por más de tres mil años y sin poder migrar hacia afuera del Fatme a causa del amurallado hielo que cercaba la depresión, el poblado euclen desarrolló habilidades que solo un humano en un planeta sin sol, donde todos los días son noches y las temperaturas no pasan de los diez grados, puede desarrollar. Sin lugar a dudas, la tecnología precedente que en el Fatme se conservaba contribuyó a la supervivencia y evolución de sus miembros.
Froud Hanm, fue un eoclen de veintiún años adicto al reposo, exploró el astral más que ningún otro dremor además de corromper leyes, escribió un libro de estas artes oscuras en hojas de grafeno. He aquí un extracto :
Cuando el sueño haz de dominar,
dominio sobre energía aumentar,
en el preludio del reposo a realizar,
el mantra del faraón debes cantar,
nueva sabiduría por explorar
si zumbido eres digno de escuchar.
[No tenía sueño ...]