[borrador]
- ¿Por qué nos desvelamos?¿exámenes?¿tareas?¿vicios?¿mujeres? — repetía el maestro expresando soltura con sus manos, gestos parecidos a los que antaño hacían ciertos individuos en ruinas sagradas. — ¿Es qué acaso nadie tiene las pelotas de pretender al menos rebatir mis opciones?¿Algún becerro quiere desafiarme?.
- Tiempo profesor, por tiempo — la aguda voz de Boris otra vez despertaba el odio del alumnado, incluyéndome. Y por su puesto que en el fondo estropeaba el acto del profesor, quien con recelo terminaba aceptando su sigilosa derrota.
- Excelente, señor Orbus. ¡Por tiempo! De alguna manera, nuestra indiferencia a los límites biológicos que impone nuestro cuerpo humano, ¡y solo humano sin ningún complemento de lata!, con la necesidad de una extensión en el día obliga a muchos a burlar los sueños para tener días de treinta horas por ejemplo — explicaba el maestro mientras rebuscaba algo en su morral cerca al proyector — Los más débiles usan drogas, ¿cómo ustedes cierto?, miren aquí tengo grageas de ... ¿cómo es que las llaman? ... ¡Ah!, "Grageas del Ermitaño", solo enajenables en el puerto del Llano, ocultas siempre bajo kilos de pescado por supuesto.
Al parecer, el profesor quería explicar los efectos de la droga utilizando uno de los robots orgánicos del laboratorio. Se acercó a Emul, el nombre de nuestro bot orgánico, le indicó que ingiriera la pastilla verde oscura que mantenía entre dedos y al hacer ciertas pulsaciones sobre el torso de Emul, la transparencia corpórea se activó, mostrándonos en vivo cómo era el proceso de digestión de la llamada droga "académica" de la cual no había oído hablar nada hasta ahora.
- A ver, si indico a los nanocomponentes iluminarse por componente químico distribuido en todo el sistema de Emul, podrán apreciar como ... — Orph se encontraba manipulando el torso de nuestro bot, dando así la espalda a todo el auditorio, decidí apartar mi atención de las maniobras táctiles del stelar y observé a mis compañeros en busca de contacto visual para saludarlos, había llegado tarde al taller y no quería parecer soberbio. Miré tanto debajo de mi escritorio como arriba para encontrar, de los que conocía, a Boris en estado solitario, Eik conversando con su cyphone, Rob comiendo una lata de habichuelas a escondidas y a parte de ellos, cuatro reptiloides de intercambio con quienes pocas veces dialogabamos debido a su siempre necesidad congénita de permanecer debajo y evitar el sol a toda costa, otros cinco jóvenes de la facultad y varios, diría yo, decenas de alumnos de otras facultades quizás de nanofactura, psicorugía, electrónica e incluso metafísica. Hasta que el gesto particular del profesor volvió a llamar mi atención, con las manos extendidas retornó de sus murmullos.
- ¡Listo!, miren cómo esta pequeña gragea puede producir la dirección de flujos tanto al corazón como al cerebro, eso no es todo, los componentes químicos se están distribuyendo por todo el sistema circulatorio y nervióptico del bot, las pulsaciones de Emul aumentan ¿observan?¿el consumo de la batería se ha multiplicado exponencialmente? Claro que esto se traduce en adrenalina para un ser humano. — Orph levantaba su brazo derecho mientras con la izquierda palpaba la parte trasera del cuello de Emul, donde luego dirigió su mirada.
- Si aceleramos el metabolismo del bot, déjenme ver ... — el maestro ahora manipulaba una interfaz ubicada en el lugar antes mencionado — Mmm, cinco días adelante resultan en los siguientes niveles de deterioro.
¡Increíble!. En la proyección se podían apreciar distintos indicadores acerca de la ingesta de esa pastilla. El estómago artificial se había desgastado dos diezmilesímas equivalente a la ingesta de cincuenta alimentos, algo muy elevado a comparación de las dos millonésimas que implica el consumo de un alimento promedio. El procesador principal había dejado secuelas, en un gráfico se podía apreciar el poder computacional en descenso desde el día de consumo hasta cinco días después donde se mostraba por debajo del promedio del bot. El corazón artificial también había sufrido un desgaste significativo.
- A este paso, tendremos que suspender a Emul, si no fuera por el presupuesto de la universidad. ¿Vieron los resultados?. El tiempo nos cuesta tiempo, si queremos tiempo, lo pagaremos a modo de préstamo con retazos de tiempo. El universo se las cobrará por tiempo de vida, cada vez que ingerimos una de estas grageas, pagamos con días de vida, en caso de no tener dinero para transplantes claro está. ¡Jajaja!. Pero sabían que existe otra alternativa, podemos burlar los sueños naturalmente y sin infringir desgaste a nuestra carne. Bienvenidos a las artes del sueño, un pequeño taller para ejercer voluntad sobre nuestro cuerpo.
- ¡Listo!, miren cómo esta pequeña gragea puede producir la dirección de flujos tanto al corazón como al cerebro, eso no es todo, los componentes químicos se están distribuyendo por todo el sistema circulatorio y nervióptico del bot, las pulsaciones de Emul aumentan ¿observan?¿el consumo de la batería se ha multiplicado exponencialmente? Claro que esto se traduce en adrenalina para un ser humano. — Orph levantaba su brazo derecho mientras con la izquierda palpaba la parte trasera del cuello de Emul, donde luego dirigió su mirada.
- Si aceleramos el metabolismo del bot, déjenme ver ... — el maestro ahora manipulaba una interfaz ubicada en el lugar antes mencionado — Mmm, cinco días adelante resultan en los siguientes niveles de deterioro.
¡Increíble!. En la proyección se podían apreciar distintos indicadores acerca de la ingesta de esa pastilla. El estómago artificial se había desgastado dos diezmilesímas equivalente a la ingesta de cincuenta alimentos, algo muy elevado a comparación de las dos millonésimas que implica el consumo de un alimento promedio. El procesador principal había dejado secuelas, en un gráfico se podía apreciar el poder computacional en descenso desde el día de consumo hasta cinco días después donde se mostraba por debajo del promedio del bot. El corazón artificial también había sufrido un desgaste significativo.
- A este paso, tendremos que suspender a Emul, si no fuera por el presupuesto de la universidad. ¿Vieron los resultados?. El tiempo nos cuesta tiempo, si queremos tiempo, lo pagaremos a modo de préstamo con retazos de tiempo. El universo se las cobrará por tiempo de vida, cada vez que ingerimos una de estas grageas, pagamos con días de vida, en caso de no tener dinero para transplantes claro está. ¡Jajaja!. Pero sabían que existe otra alternativa, podemos burlar los sueños naturalmente y sin infringir desgaste a nuestra carne. Bienvenidos a las artes del sueño, un pequeño taller para ejercer voluntad sobre nuestro cuerpo.
( continuará ...)