sábado, 20 de diciembre de 2014

Schz #6 - Calor carne

Una presión abrazaba su pecho, cada salto cardiaco expulsaba vaho caliente por sus labios, los ojos estaban prendidos, demasiado abiertos, mientras que el calor de su entrepierna se mantenía gracias a cinco dedos y una palma casi en ebullición. Ante él, carne blanca realzaba la presencia de esfínteres rosados, húmedos y chorreantes de amor, genitales sensibles en locomoción se raspaban unos a otros mientras lenguas aderezaban los coitos. Manos sujetaban caderas y movían cuerpos en vaivén, dentaduras expuestas enmarcadas por cabellos castaños mordían desgarros y alteraban su uniformidad para expresar llanto animal. La carne aplaudía el pecado, los intestinos se contraían ante la partida del músculo y los labios volvían al reencuentro con rubor.

- Jajaja, jajaja – sonreía Devan con saliva fuera de sus labios. Aireaba su lengua, apagaba el monitor y echaba a descansar, aturdido por la jornada, agitado, casi temblando.

jueves, 18 de diciembre de 2014

Schz #5 - Pasillo

El reflejo de su perfil lograba ser percibido por él de una manera muy desenfocada, se sentía asqueroso, imbécil y la depresión recaía sobre él de nuevo. Las ventanas del bus eran amplias y sobre el pasillo habían individuos en pie, sujetando sus cuerpos ante repentinos movimientos. El joven de ropa vieja, zapatillas sucias y cabello desordenado miraba la metrópoli seriamente, sujetando su mochila entre piernas.

- Parejas, parejas, parejas ... Demasiados humanos, demasiados. ¿Cómo puedo ser yo un humano también?. Debería morir, todo esto es una mierda.

Un cierto rencor se reflejaba en sus ojos, él quería venganza, él quería gloria, agachaba la mirada, miraba el suelo empolvado del transporte hasta que aquella voz le exigía aumentar su ego, mirar con desdén al pasillo y sentir asco por su entorno.

sábado, 29 de noviembre de 2014

Rodillas calientes

A veces me aburro de estar sentado frente al monitor tratando de programar algo que cambie el mundo. Me instalo un juego, me entretengo un par de horas y recuerdo que así no me volveré rico, siento un poco de miedo y lo desinstalo. Demonios, últimamente me duele el trasero y las rodillas se calientan.

viernes, 31 de octubre de 2014

How to live as a human, between humans | Halloween

I hate this day, it throws into sharp relief the human inclination about celebrate stupid reasons to feel part of the society, part of common world. It diverts your stringent objectives as human, they try to tarnish your aptitude and once you're within reach, there is no way back, the dent is done like a shredder grinding your tongue before crushing your eyes while some mammoth demon rape you.


lunes, 1 de septiembre de 2014

Paradero

Hace tres días que la veo, ¿será nueva por aquí?, su cabello parece un velo negro y su respingada nariz hace juego con sus delicadas cejas, sus labios rojos como fresas remarcan una curva sensual en su perfil, mientras esos pómulos, esos pómulos redondos y rebultados hacen de su mirada una amenaza a todo fiel.

viernes, 22 de agosto de 2014

Devan #140

Un remedo de atmósfera se extendía sobre las cabezas de la posada, el humo expedido por labios secos y membranas húmedas formaba una ligera niebla aromática mientras el sonido de las varillas eléctricas de un grupo poco conocido de epop hacía menear los rostros de los comensales. Estaba hambriento, apenas había comido dos pedazos de pan y varias almejas crudas en el muelle.

- ¡Ey!, ¡tú bastardo!, sí, tú, el descalzo, ¡largaos del Dreyfus!, mi posada no insiste , solo reclama que paupérrimos como vos se limiten a pisar esta área, ¡Yum deshazte de él caramba!— exclamó el posadero, señalándome y mirando a un robot de combate.

- Retírate o utilizaré la fuerza, estoy autorizado para romperte los huesos — advertía el robot, mientras levantaba mi mirada pues me llevaba como tres cabezas de estatura, además de su anchura, me encontraba bajo su sombra.

- Tranquilo, tengo dinero, 1400 lenis para ser exacto, además soy ingeniero de segundo grado, puedo mejorar tu batería,  eh, vamos, conversa con tu jefe — traté de convencer al bot, mas este se resistió y dio un paso amenazante hacia mí, todo el peso del grafeno sólido y macizo en su contextura retumbaba las mesas y formaba un nudo en mi garganta al imaginar mi cara desfigurada, decidí salir retrocediendo lentamente y levantando las dos manos como símbolo de resignado.

Fue mala idea venir en aquel camión de basura, era la única manera de salir de aquel muelle abandonado, considerando que el viaje duró cinco horas, si hubiese emprendido la ruta a pie, de seguro estuviese muerto. En fin, no resultaría ser una mala idea, ¿pero por qué tuve que ir junto a la basura?. Claro, claro, el protocolo, las leyes, maldita TTA, pero está bien, tengo que obedecer a cuestas, el punto es que sería muy sospechoso que un ser humano saldriese de la nada de un muelle viejo y solitario, vestido de un traje blanco demasiado nuevo para la ocasión junto a artefactos raros en el rostro, así que colarme detrás, colarme detrás quedará para la persistencia.

Ahora, ¿no se supone que un camión de basura deja los deshechos y regresa a la metrópoli limpia para nuevas cargas?, correcto, pero parece que en realidad me subí a un camión de reciclaje, sí, de seguro que es eso, de otro modo por qué acabaría tirado en un depósito de chatarra, demonios, no debería haber dormido demasiado.

Seguía pensando, sentado, en un callejón cerca a la posada, el sonido delicado del paso de una cucaracha me permitió seguir su rastro, ella también buscaba comida, ¿y si la sigo?¿me la como?.

- Hola jovenzuelo, tenemos un asunto contigo — tres individuos de vestimenta elegante obstruían la salida del callejón, uno cargaba un cuchillo y golpeaba la hoja repetidas veces sobre la palma de una de sus manos.

- ¿Qué queréis?¿No os conozco de antes? — trataba de conducir el diálogo mientras preparaba una ampolla del morral.

- Queremos esos lenis, venga, es simple, nos lo dais y nos vamos — explicó el del medio, un tipo de terno blanco y cabello rubio.

- Pero Julian, quiero tenerlo un ... — reclamó el de su izquierda, terno rojo, labios pintados y cabello largo negro.

- ¡Silencio! Iván, ¡Silencio! — exclamaba el que parecía ser el jefe.

- No sé de que me hableis, no tengo dinero, soy un pobre vagabundo que merodea por estas calles. — explicaba mientras empezaba a inyectarme la ampolla por detrás sin que se diesen cuenta.

- Bueno, si así lo quereis, así lo tendrais — exclamo el del medio.

- Y no habrá lugar a reclamo — susurró el de su derecha, lamiendo el cuchillo cuyo brillo resaltaba del terno azul que llevaba junto a la cabellera corta del mismo tono.

El azul, por así llamarlo, inició el ataque, corrió de inmediato a mí, con el cuchillo entre dientes. Salté por encima de él, y al girar le volteé la cara de una patada, el sonido del cuchillo rebotando en la acera agregaba cierto tono agudo a los pasos acelerados de sus compinches, uno sacó un arma de fuego, mientras el otro desveló  un par de bombas químicas personales, propia de asesinos muy escrupulosos. Solo tenía que correr, si una de esas bombas impactaba cerca a mí, en unas horas mis órganos estarían en el mercado negro, de las balas poco podría preocuparme, el traje hacía su trabajo. Ya me había dicho Revis sobre los pulmones de asalto, debería haber aceptado ese trasplante. Me impulsé hasta llegar a unas escaleras en caracol, las balas impactaban con los soportes de metal de las mismas, el de terno rojo esperaba algo para realizar su ataque, hasta que lo vi, una de esas cápsulas explotó dos metros encima mío y el agente químico empezaba a caer sobre mi ruta, reforcé mis muslos y salté hasta el otro muro sujetándome sobre los marcos de una ventana y evitando así aquél veneno, ya casi llegaba a la azotea cuando un dolor intenso acaeció sobre la planta de mi desnudo pie, una bala la había perforado.

lunes, 18 de agosto de 2014

He ahí él

He ahí él, con el estómago ardiendo, cierta resequedad en los ojos además de un extraño dolor en el lado derecho del torso, paciente, esperando a que termine un proceso en el computador. El frío particular de las tres de la mañana empieza a atravesar sus pantalones, mientras observa la pared y los planes que reflejan su ambición. Se acomoda las gafas, se distrae y deja de escribir.

domingo, 3 de agosto de 2014

Devan #532 - Mi idioma

Aquella entidad de apariencia reptil decapitó al ser largo que llevaba mi morral, la recogió y mirando directamente a la nave, clavó su lanza en el cadáver del gris, rotando a la misma sobre su centro con el objetivo de inflingir más dolor.

- Mátalos, Jiwa. Mátalos, antes que se eleven demasiado. — entendía el idioma, ¡lo entendía!, mi apresor me soltó, al voltear observé que aquel personaje manipulaba algo en su brazo, tenía una pequeña pantalla donde podía ver la figura de los objetos que hace un momento se encontraban esparcidos en las dunas.

La brillante nave se disponía a partir bajo la mirada amenazante de la asesina, hasta que explotó, la intensidad del suceso levantó poco más que arena, sin embargo esta no llegaba hasta la cueva, algo nos protegía, parecía ser un domo transparente.

- Pensábamos que ya no quedaban más pálidos, ¿dónde se refugian?¿por qué usan traje? — preguntaba el presunto autor de la explosión, su piel tenía un tono rojizo, llevaba un traje blindado, cinco dedos con una palma pulcra y blanca, además de muchos artefactos parecidos a armas que contenían su traje.

- ¿Cómo sabes mi idioma? — pregunté.

- Jajaja. —  el reptil me cogió bruscamente del cuello, tenía una fuerza inmesurable, podía sentir sus húmedas escamas en mi cuello —  Pobre edan, es nuestro idioma, debes agradecernos el conocimiento que brindamos a tu especie y rendirnos respeto, ¡el que pregunta aquí soy yo!.

- Déjalo Jiwa, está perdido. —  apareció aquella asesina de voz más cálida —  He revisado sus objetos, no creerás lo que he visto.

- ¡Déjame ver! — el tal Jiwa soltó bruscamente mi cuello, al tocarme noté pequeños hoyos en mi piel, brotaba un poco de sangre, inmediatamente empezaba a marearme.

- ¡No!, no tienes el rango adecuado, te enterarás por transmisión, pero ahora no. —  respondió con autoridad la reptil, empezaba a observar opacado el entorno y un fuerte dolor de estómago parecía derretir mi interior —  ¡Bastardo!, lo envenenaste con tus manos, ¡te dije que uses los guantes! —  lo entendí, envenenamiento, bacterias, gérmenes, cualquier cosa podría matarme en esos momentos.

- Perdone mi Serat, por favor no ... — Serat le extirpó un brazo, lo sabía porque pude apreciar el miembro en el suelo, aún con movimiento en sus dedos, mientras entraba en un proceso de convulsión — ¡No! —  gritó Jiwa discretamente.

- ¡Sí Jiwa!¡Así aprenderás!¡Estás cauterizado y dopado, no llores como lagarto!¡Ahora debemos llevar a este pálido abajo antes que muera por tu irresponsabilidad! — explicaba Serat, cogiéndome entre brazos.

Schz #4 - Salado

Su oscura consciencia escuchaba pasos en ascendiente volumen, hasta que un rápido golpe en la puerta de su habitación obligó a despejar sus tinieblas.

- ¡San, despierte chico, me parece que se hace tarde! —  exclamaba una vieja voz a lo lejos — ¿es qué acaso no tenía un examen hoy día?.

El joven empezaba a saborear un fluido salado mientras que desde su posición podía ver debajo de la puerta las chancletas de la señora que le rentaba la habitación desde hace unos meses, mujer con quien la confianza entre los dos llegaba a ser mutua.

- ¡Gracias señora, estoy despierto, ya casi salgo! — respondía Santiago mientras se levantaba de la caída, cuando la admiración se reflejó en sus ojos.

Había un pequeño charco rojo en el piso, aquel sabor era su sangre que sin control alguno había brotado desde su nariz, "debío haber sido ese raro sonido y el fuerte dolor de cabeza" pensaba mirando, todavía casi sentado, el espejo.

"Examen, examen" pensaba. ¡Examen de Cálculo! — exclamó Santiago.

jueves, 3 de julio de 2014

Schz #3 - Al despertar

Santiago algo entumecido, con la cabellera larga, húmeda y rizada circunscribiendo su rostro, trata de estimar el trayecto de las gotas que desde la punta de su nariz inician la partida hasta impactar en la superficie cerámica azul del lavabo. Levanta su perfil y piensa cómo aquel rostro pálido con surcos difusos bajo los ojos podía contener su vida, repara por fin que todos estos años esa ha sido su envoltura, kilogramos de órganos, huesos y demás fluidos conforman su persona. Extiende la meditación, mirando fijamente el brillo de sus púpilas que en el reflejo del espejo logran resaltarse. Hay algo diferente, parece sospechar a medida que el frío recorre sus mejillas. Una tonalidad rojiza resalta sus labios, se nota más étereo, blanco y nulo. Fuertes susurros empiezan a asustarle, un escalofrío invade su espalda hasta que un fuerte pitido retumba su cerebro, él se sujeta la cabeza con sufrimiento, empieza a gritar moderadamente, mientras aquel tono inflinge aún más dolor en sus oídos, se sienta forzosamente y cae desnudo, en vapor, inconsciente.

miércoles, 4 de junio de 2014

Nébula v0.1

Como aquella nebulosa, 
perfecta en su dimensión, 
extendiendo su luz sin conciencia alguna, 
seduciendo las mentes de los que descubren su presencia,
objeto de análisis u obsesión, 
yace ella a miles de años luz.

El tímido la observa, 
un espacio de memoria ahora alberga su desgracia, 
hipótesis surgen de sus labios 
sugiriendo quimeras imposibles de concretar,
maniacas propuestas despiertan su mente, 
algoritmos complejos alimentan la fe 
hacia su nueva deidad,
hacia la materia nebular. 

El hombre la trata de olvidar,
él la trata de dejar,
mientras ella eternamente está,
bajo aquel artefacto ocular,
esperando de nuevo desgraciar a
nuevos testigos de su belleza.

El genio configura su vida,
para a la nebulosa llegar,
altera su ser,
para con ella algún día estar,
cada vez más cerca,
cada vez más lejos.

El sabio agradece valiente,
la bendición de su santidad,
quien por inercia
cambió la vida a un estúpido más.

jueves, 1 de mayo de 2014

Hackear

Frente a frente estamos los dos
en una simbiosis extranatural
uno brilla y el otro presta la voz
bajo una labor efectivamente plural

Atento dirijo unos comandos
caracteres alfanuméricos reaccionan al compás
mientras la colisión entre bandos
parece casi estallar descartando así cualquier oportunidad de paz

Es mi consola neuronal
aquel dispositivo artificial
no acto para nada banal
sino para lo único esencial

Mi virus está por abordar
la terminal lista para ejecutar
esto decidirá cual bando ha de ganar
para por fin las muertes poder parar

Catorcemil líneas las latas han de tragar
la red he de vulnerar
satélites van a comunicar
las ordenes a atrofiar

Es mi código magistral
aquel arte sensacional
que un viaje astral
ha de hacer por el espacio sideral

Ya tengo el control de las máquinas
la dictadura reptil terminará
y mi nombre impreso en láminas
el pueblo pronto venerará

Kalos empieza a temblar
pues la armada bajo mi mando está
la rendición ofrece firmar
y Larsen acepta tal cual está

Es mi victoria personal
mi ego ahora es abismal
tendré que hacer algo descomunal
para hacer de mí alguien proverbial

- Just Hack -

sábado, 26 de abril de 2014

Schz #2 - Propuesta - Parte 2

- Como te mencionaba, Saúl , ¡perdón! , ese era su nombre pasado ¿cierto? — Sareil reía, preguntando con los brazos casi levantados, cual tenor de opera, a los que a sus laterales seguían observando a Santiago. — perdón Santiago, perdón de nuevo hermano mío. Te necesito otra vez, ya sabrás los detalles a medida que pasen los años, ya supones como son las cosas aquí ¿no?, Simón las entendió inmediatamente, para nosotros desde tu nacimiento solo han transcurrido aproximadamente dos años, ¿me entiendes?, pero deberías estar agradecido, disfrutarás un poco tu pasado. Venga Teriel, ¡los sellos!, con cuidado por favor.

De la fila de seres que permanecían sentados a la derecha de Sareil, un hombre pelirrojo y con traje gris se levantó y caminó lentamente hasta Santiago. Empezó a palpar sus oídos, Santiago sentía algo de dolor, no podía hablar, sus músculos bucales no reaccionaban, y en su sordera temporal un pitido agudo se pronunciaba . Teriel entonces continuó con los ojos, con sus dedos empezó a frotar suavemente la visión de Santiago, él sentía un poco de ardor, cuando en sus tinieblas empezaba a escuchar pequeños susurros que opacaban al pitido inicial, extrañas voces discutían a lo lejos, ¿es otro idioma el que escucho? se preguntaba Santiago, mientras Teriel empezaba a pronunciar unas sentencias.

- Evita los campos santos, iglesias y cualquier otro establecimiento con muchos años de antiguedad — mencionaba Teriel mientras deslizaba sus dedos por las mejillas de Santiago, como si fuese a darle un beso. — Cierto,también obedece a los números, aquellas combinaciones poco habituales.

- Santiago, ¡levántate y anda! !jajaja! — gritaba Sareil, feliz por su hazaña, mientras Tariel retrocedía haciendo ademanes en su paso y Santiago volvía ver todo desenfocado de nuevo, mas los murmullos continuaban aumentando el volumen.

- ¿Y ahora quién pastea el ganado?¿alguno de ustedes se rebajaría a hacer labores con sucios?¿no?, venga Teriel, estás cerca, ¿no?,¡Mierda, despierta de tu desgracia Denael y ordena el rebaño! — escuchaba Santiago mientras perdía fortaleza en sus pies, trataba de desistir de la caida con sus brazos, pero era en vano y yacía desparramado de nuevo, desvaneciéndose dentro y fuera.

Sobre la pieza rentada en uno de los barrios más rancios de la metrópoli, por encima de una anciana pareja de decaídas personas que alegraban sus tardes con televisión basura, detrás de aquella manija algo oxidada, en un espacio no menor a sesenta metros de área, cerca a un escritorio caótico con muchos papeles recostados uno al otro, algunos pegados en las paredes conteniendo información que solo aquel joven liquidado en el suelo conocía, las moscas provenientes de un baño anticuado descansaban sobre un rostro húmedo e inerte, la más astuta de ellas seguía el sabor de las lágrimas, movía las patas emocionado por lo que encuentre, se desplazaba lentamente examinando con su boca la superficie, empieza a mojarse uno de sus miembros, la piel parece más delgada y cerca suyo divisa un negro mosaico, ¿será esa la fuente de este líquido?, parece preguntarse la mosca, demasiado curiosa demuestra ser, se acerca y por instinto salta a volar, pues aquel mosaico ahora se movía irregularmente mientras una esfera brillaba detrás suyo. 

Santiago despierta y observa su entorno, la soga desistió de su fortuna destripándose así misma, él había caído y pérdida de memoria hubo acaecido, desorientado lamenta su fracaso, mientras limpia sus fluidos con una de sus manos, después se quita la soga y la tira con odio sin cálculo alguno. Se asusta al recordar aquel sueño vivido, no ha pestañeado hace poco, tieso, tratando de rememorar lo sucedido, ¿ese fue un sueño? se pregunta tragando saliba. Se estremece de nuevo, cuando el teléfono apaga el silencio.

- ¿Aló, buenas tardes? — responde Santiago aparentando un total relajo en sus cuerdas vocales.
- Cabrón, ¿por qué no viniste a clases?, necesitaba tus apuntes — una voz elocuente, sin preocupación alguna, reclamaba sutílmente la ausencia de un amigo que con permiso Santiago aceptó en sus días.
- Me quedé dormido, no jodas — respondía ahora un tono más juvenil, que no necesitaba de hipocresías pues una sonrisa se revelaba.
- Jajaja, me sorprende de ti, está bien, mañana lo vemos — todavía con resignación y una ligera cólera, aquella voz respetaba el enlace, evitando disgustar al comunicado.
- Sí, mañana, bueno chao. — Santiago se disponía a colgar la llamada, cuando parecía percibir de nuevo el reclame de su amigo en la línea — ¿ey?¿dijiste algo? — sin embargo, aquel emisor ya había dejado el contacto, Santiago fruncía el ceño, tratando de encontrar sentido a lo sucedido.

jueves, 24 de abril de 2014

Schz #2 - Propuesta - Parte 1

Anterior : http://devniel.blogspot.com/2013/10/schizoid-80.html

Santiago, con los ojos casi entrecerrados, solo mira el techo ofuscado de su pieza, con esfuerzo trata de respirar un poco pero el diafragma le impide el paso, su corazón palpita como perro mientras pequeñas lágrimas empiezan a recorrer sus mejillas. Las venas por debajo y en los laterales de su rostro se hinchan, una coloración azul invade su rostro, parece sonreir demasiado reluciendo así su dentadura y masticando el vacío de su desgracia. Trata de sujetar la soga, pero sus delicados brazos no tienen suficiente fuerza ni ángulo. Su visión se consume bajo algo parecido a combustión, cada vez ve más oscuro, aquel concreto blanco ahora son manchas negras en continua expansión.

- (...) ente! — percibe Santiago, ciego y con una fuerte pulsación en el cerebro.
- (...) iente! — Santiago saborea algo amargo, todavía ve oscuro, el lateral de su cuerpo está frío, frunce el ceño todavía con los ojos cerrados.
- Siguiente ! En pie ! Sucio ! — Un frío y aspero material coge su nuca y con fuerza levanta a Santiago de su estancia.

Aquellas ásperas manos abren los ojos de Santiago, y la pulsación cerebral incrementa su rango, ahora todo es gris y ofuscado, borrosas formas ve en movimiento con algo de esfuerzo.

- Santiago, Santiago, muchacho, sucio humano, reacciona ! — Aquella mancha gris golpea sus mejillas, parece hacerle bien, el desenfoque se disparce.

Quiere llorar, respira más rápido aún, está seco, se atraganta con el vacío mientras que su lengua convulsiona y sus dientes se resisten a la paciencia. Hay alguien delante de él, le observa ojo por ojo como rebuscando su orientación, parece ser una mujer, parece ser un hombre, tiene delicados rasgos pero aparenta haber sido maltratado de algún modo, tal cual una triste y perfecta melodía, es delicadamente constituida pero solo lástima resulta en sus oyentes. Así era él, o ella, le sujetaba el rostro a Santiago como limpiando sus pómulos con aquellos dedos rudos acariciando su presencia.

- Hermano, eres el siguiente. Aunque tu situación es algo difícil, eres parte de la excepción — el ser dejó de sujetarlo y tras de él se desplegó una muchedumbre de entidades similares en su rareza.

- Denael, ya, déjalo, déjanos verlo — Aquel estaba desnudo, mas sexo no se podía apreciar en sus partes, estaba configurado para mandar, no tenía rastros de cabello en el rostro y yacía sentado en un trono gris rodeado de objetos de extraña proscedencia. A sus lados, habían más desnudos, algunos llevaban túnicas grises, todos sentados, atentos a Santiago, como comentando secretos a sus espaldas.

- Santiago, me dicen Sareil y me encargo de decidir entre lo bueno y lo anticuado, entre lo obtuso y lo recto, entre Nietzsche y Hitler. Como ves, nunca la tengo fácil. ¡Para las cosas más simples están los neutros esos!¡ pero a mí!¡joder!¡a mí me encargaron esto!¡espero que este ciclo sea bien compensado¡ — explicaba el desnudo, gesticulando demasiado, como orando al público, los demás seguía mirándo a Santiago, por ahí, alguien reía.

- Santiago, Saúl, Sergio, Simón, Salathiel — Te ha costado llegar hasta aquí, ¿cierto?. Te necesitaba una vez más, perdón. — Sareil alzaba su brazo como indicando el cielo gris que cubría la escena, mientras los murmullos aumentaron su tono y Denael interrumpía el momento.

- ¡Sucio Sareil !, ¡dejad vivir a mis hermanos ! ¡podemos usar otros medios ! — gritaba Denael con voz de barítono.

- Denael, puedes retornar a tu ciclo si quieres, solo hace falta que lo declare, pero no pienso volver a interceder por ti en el olvido, ¿quieres eso?¿no?. Entonces sé sordo por hoy, mudo hasta mañana y que tus ojos solo puedan ver tu destino mas no el rumbo — en un tono más recio, Sareil se levantó de su descanso mientras que Denael caía arrodillado palpando desesperadamente sus oídos, abría demasiado la boca, parecía sufrir, había sido castigado.

sábado, 5 de abril de 2014

Devan #531 | Pupilas largas

A lo lejos, podía divisar la estela dejada por la explosión , cuando empezaba a recordar lo sucedido. La nave no detectó el proyectil enviado desde una de los cuatro costas de Ersan, nombre acuñado a este supercontinete parte del planeta objetivo con apenas unos pocos millones de años de antiguedad, denominación prehistórica de Larsen.

La misión, determinar el origen de un objeto antiguo fuera de su tiempo desenterrado en Larsen hace tres meses, descubrimiento que permitiría resolver la idea de la existencia de una especie inteligente primitiva, hipótesis comprobada desde el momento en que sentimos el impacto en la cola de la nave.

Al ser este solo un encargo con fines académicos y de mera observación, siguiendo el protocolo establecido por la TTA (Time Travel Agency), el equipo utilizado por voiders descartaba la carga de armamento cuya manipulación equivocada podría afectar gravemente el entorno e incluso la alteración de la línea temporal del momento objetivo.

El equipo estaba conformado por Revis como capitán de la misión, Zadk como astrobiólogo, Kiara como médico psicorujano, Kalin como maestro de armas y yo, Devan, como hacker. Además teníamos la tripulación de soporte con unos cuantos bots en caso de emergencias incluido uno más, especialmente modificado por mí, Cyrel.

Necesitaba apartarme de la energía irradiada por la estrella de este sistema, frente a unos trescientos metros de mi posición podía ver a cuestas una especie de cueva. No tenía fuerzas, la función exoesquelética del traje estaba estropeada y más aún varios nanocircuitos deberían estar destruidos por la caída y la temperatura. La siguiente víctima sería mi piel, podría acabar carbonizado aquí. Miré a mi costado derecho y encontré mi morral a unos pocos metros, desparramado como mi cuerpo. Mediante técnicas de levitación, aprendidas de Kiara, logre atraer un poco el morral hasta que desistí porque me empecé a marear. Pude alcanzarlo con uno de mis brazos y saqué una cápsula de tetraurina, me la inyecté y mis músculos se hincharon compulsivamente. Con la fuerza temporal logré ponerme en pie y empezar la marcha hasta la cueva, no podía caminar muy rápido, la gravedad no me lo permitía, ni siquiera con la tetraurina recorriendo mis venas. El terreno era arenoso, pero extrañamente había una gran cantidad de piedras algo grandes y muy lisas dispersadas por las dunas. A medida que llegaba a la cueva me di cuenta que podía caminar más rápido, ¿acaso la tetraurina recién estaba dando efecto?. Ya en la entrada, y con mucha libertad de movimiento, pude descansar un momento sin el riesgo de las afecciones que podía tener en terreno abierto. Me sentí un poco idiota por no haber cargado el morral, estaba bajo el efecto de la droga que me despistó de varias cosas.

- Taris nata — susurraba una voz en mi mente.

De repente, una entidad antropomorfa frente a mí emergió de las sombras, estaba de cuclillas con un traje parecido al de Kalin. Aún recuerdo aquellas pupilas largas. Algo me sujetó la cabeza por la espalda, tapaba mi boca e hizo que mirase afuera, en aquel terreno abierto.

Otro ser antropomorfo, esta vez de mayor altura, de ojos completamente negros, apareció en el horizonte, detrás de él apareció también una gigante nave demasiado brillante como para ser solamente titanio. Aquellos miles de objetos que pensé que serían piedras se elevaron y fueron a parar dentro de la nave. El largo iba de regreso hasta que dirigió su mirada al suelo, era mi morral. Se arrodilló y empezó a manipularlo cuidadosamente.

- Serit tenua, ich nom leram. — susurraba con menos intensidad en mi mente. Al parecer la entidad de pupilas largas le comunicaba algo a quien me estaba sujetando por la espalda.

Desapareció de la luz progresivamente, y siguiendo las huellas de aquel arenal estaba seguro que se dirigía al ser largo que inspeccionaba mis cosas. Aún escuchaba algo de sus susurros.

- Im da setu, sorat da nata e fer om.
- So la Serta. — esta vez era un tono más grave, de seguro se trataba de mi apresor.

Bajo un horizonte opaco, por la temperatura desbordante que acaecía, ya solo veía al ser largo que con mi morral en mano se dirigía a la nave. Cuando apareció la de pupilas largas, con una gran arma parecida a una lanza, frente a él.

miércoles, 5 de marzo de 2014

Schz #3

De entre la multitud consumista, de entre las parejas de temprana edad, de entre la bulla social, de entre las conversaciones, ósculos, risas y amistad, un ser de trajes sencillos emerge a cuestas, parece andar a paso largo, ¿está jugando a no pisar los surcos?!¿dónde está?!.

Con un poco de inclinación cervical planea su ruta de entre la especie, previene la colisión con los caminantes, acelera el paso y adelanta a sus congéneres. Se puede apreciar estrés ocular, un brazo impulsa su ritmo, mientras la otra asegura su morral, bajo las gafas el jóven solo piensa en llegar.

Nos acercamos un poco, una melodía parece escuchar, bajo los cascos la sinfonía de la orquesta amarilla le empieza a hechizar. Sus pómulos transmutan una sonrisa labial, "¿de qué se ríe?" parece interpretar, "deberías matarte" empieza a escuchar.

Qué raro, ha decidio mirar a su lateral, ¡admirando a la metrópoli está!, están ahí asegurando su coito, están ahí respaldando su carne, están ahí invirtiendo en el túnel. "¡Jóvenes!", suele pensar. Mastica un poco de rabia, saborea tensión, digiere envidia. ¿Por qué no ser igual?¿No he de pertenecer aquí? comienza a indagar.

Sobre su ruta un tumulto de adolescentes bloquea su horizonte, ¡Jóvenes! repite el enfermo. Se quita una zapatilla mientras continúa su rastro, de éste y sus sujetadores un arma ha de fabricar. Bajo el sigilo de la noche, ahorca a su presa, ciega a su tribu con sus monturas, asesina a otros con la hebilla y desangra a los demás con tinta azul. Parpadea y el bloqueo continúa, el demonio había sugerido de nuevo pero el raro tuvo que ignorar.


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PD: Me ha gustado. Posiblemente Rare trate de varios personajes con diferentes situaciones psicológicamente perturbadoras para ellos pero normales para el ciudadano regular. Santiago es el primero, sus situaciones serán propias de alguien encerrado en casa, alguna especie de hikikomori. El actual es sobre alguien que a diferencia de Santiago tiene que salir mucho, por fuerza mayor, así que irá adaptándose poco a poco. Y luego varios más, que tendrás que tener una correlación especial.

miércoles, 12 de febrero de 2014

Schz #0 - Prologo - Autoevaluación

Mi nombre es Santiago, tengo veintitres años, ya casi termino los estudios y pronto empezaré a laborar. Nací un día once del año dos mil cuarenta y dos, día en el que también murió mi madre. Podría decirse que soy muy inteligente, demasiado hábil en opinión de mis maestros, pero llevaba un mal congénito que atrofiaba mi actividad social. No solía conversar con otros humanos y mi disgusto por la actividad humana se acrecentaba progresivamente a medida que crecía, era más partidario de implicaciones individuales, intelectuales, solitarias. Estaba enfermo y no me percataba. Hasta aquí podría decirse que era extraño ser yo. Si no fuera por sentimientos ocultos de odio hacia mí mismo, un temor sin prólogo, un nudo en la garganta, unos pómulos inquietos, una cólera por la existencia que siempre acaecía cuando a la sociedad afrentaba. Era raro.


 

martes, 14 de enero de 2014

Devan #530 | Ersan

Sentía presión sobre mi persona, no podía abrir los ojos fácilmente pues ardían, apenas respiraba pues un poco de polvo obstruía mi nariz, estaba como derramado sobre el suelo. De repente, un hormigueo infernal empezó a recorrer mi desnudo cuello. Mi instinto de supervivencia exigió un rotundo escape, pero apenas podía moverme, logre divisar el horizonte desenfocado a través de mi ojo izquierdo pues el otro por lo visto estaba bajo tierra. Empezaba a comprender mi situación, apenas podía mover mis brazos y pareciese que tuviera un glyptodon encima mío, era la gravedad de Ersan.

Recuerdo que salté con la cápsula a una altura significativa, por lo que supuse que el impacto de la nave estaría a megametros de mi ubicación, al parecer el traje estaba estropeado pues empezaba a resecarse tanto así que ya se deshacía la protección sobre mi nuca. Confirmé la teoría de Revis sobre la posibilidad de vida en este planeta, ciertamente podía respirar aunque con cierta dificultad, no podía diferenciar lo que respiraba, pero se sentía grumoso y mis pulmones sintéticos utilizaban más energía de la necesaria para procesarlo.

Trataba de levantarme, mi brazo izquierdo apenas tenía la fortaleza necesaria para levantar mi nuevo peso  mientras que aquel hormigueo seguía expandiéndose. Parece que la estrella dominante de este sistema estaba destellando demasiada energía sobre mí y el traje al no soportar tales condiciones empezaba a consumirse por la temperatura, así que estaba seguro que aquel hormigueo no era ninguna especie de insecto sino una seria afección sobre mi piel descubierta.

A lo lejos, podía divisar la estela dejada por la explosión , cuando empezaba a recordar lo sucedido. La nave no detectó ...


(Continuará ...)




Adjuntos :

http://www.ecoosfera.com/2013/10/el-misterio-del-oxigeno-del-planeta-tierra/
http://www.traducimos.cl/planet/
http://es.wikipedia.org/wiki/Tabla_de_Esmeralda
http://es.wikipedia.org/wiki/Estela_de_condensaci%C3%B3n