sábado, 19 de diciembre de 2015

Devan

Demonios, debería haberme mudado antes de que se cumplan las estimaciones que realicé años atrás; se están cumpliendo y mantengo la impotencia de no poder hacer nada, solo seguir apostando por un probable futuro no viviendo desgraciadamente el presente, no debo. Perderé vida sentado y escribiendo código por voluntad propia, pero no me perderé en el tiempo.

Vivo en un barrio marginal del Calo, aquel puerto cuyas esquinas son de mala fama, en un edificio antiguo propiedad de mi tío Teras, viejo hotelero de Phramfield. El silencio no llega por acá, se desfigura antes de llegar a mis oídos, el desorden pronto será caos ...